07 noviembre 2005

Echa en freno si no te quieres perder el paisaje...

Me he levantado como nueva después de un fin de semana en el que he decidido tomarme un respiro. Cine, dormir, cervecita, comer, pasear, descansar, leer... Una maravilla, si se hace sin prisas. En esta vida acelerada y repleta de estrés que solemos llevar dejamos que muchas cosas pasen de largo. Es como si tuviésemos que llegar a una meta y tuviésemos que correr y correr, pero no nos damos cuenta de que, con ello, dejamos de disfrutar de lo que hacemos porque olvidamos por qué, para qué, con quién... Reinvindico mi derecho a "no hacer NADA", si es que dedicarse un tiempecito a uno mismo es no hacer nada.

Después de echar un poco el freno, hoy le he sonreido al "gorrilla", que un día más me ha hecho pagar un impuesto revolucionario que aún no entiendo bien; hoy tengo fuerzas para afrontar lo que me echen y, a pesar de ser lunes, tengo ganas e ilusión por empezar cosas nuevas y retomar las que tengo. Si podéis, tomaros un respiro, sienta de maravilla aunque el mundo a tu alrededor no se pare... Te das cuenta de que, a veces, ese no hacer nada es hacer algo por ti, hacer lo que te gusta y no lo que les gusta a los demás. No se trata de no hacer nada, sino VIVIR y disfrutar de la vida, que no es poco...

Gracias por aconsejarme "La Novia Cadáver" de Tim Burton, Sus, me encantó ;-)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya te lo dije moitas veces: La vida no es una meta para llegar. Cuando llegas a la meta, se acaba todo: la meta es la muerte. Lo que hay que hacer es disfrutar de la carrera antes de llegar a la meta, lo divertido no es quedar primero, segundo o último, sino disfrutar del correr, sentir la carrera -la vida- sacarle jugo, disfrutar cada segundo que pasa con todo aquello que a cada uno le rodea, no soñar con tener... sino disfrutar con lo que en este momento tienes, porque así conseguimos eliminar el hecho de tener objetivos en la vida para que la vida sea el propio objetivo. No digo que la gente no se plantee nuevas o mejores metas, pero es esencial que tengamos ambiciones y no que las ambiciones nos tengan a nosotros. Antz dixi.