10 enero 2007

¡Todo a la caja!

Ayer desmonté mi arbolito de Navidad y mis adornos propios de estas fechas. Sí, ya sé que lo normal es hacerlo el día 7 de enero, pero son las primeras navidades en mi nuevo hogar y eso de contemplar mi obra maestra siempre motiva. Es que no tiene precio la paciencia de colocar bolita por bolita, las luces, otros adornos... Y lo que cuestan!!! En fin, pues todo ha ido a su cajita correspondiente y el año que viene volveré a darles vidilla.

Mientras estaba con mi tarea, me entró mi momento paranoia-buenos propósitos y decidí pensar en aquellas cosas de 2006 que iba a guardar en una caja. Y, sinceramente, me sentí genial porque guardé los momentos de agobio por cosas insignificantes, a las personas negativas, los malos rollos, las pérdidas de tiempo...
Con la caja bien llena, decidí no guardarla en un armario, sino tirarla directamente a la basura y comenzar a llenar una nueva caja con la que viviría este nuevo año que empieza... ¿lo conseguiré? Al menos, hay que intentarlo...
FELIZ 2007