01 junio 2006

El bichito feliz


Por ahí he leído la existencia del "Síndrome de Disney" y es que hay personas que tienen como misión personal "hacer feliz a la gente", haciendo un símil con el lema de la fábrica de sueños. En psicología hay quien lo denomina "No saber decir NO" y no les falta razón, pero como dijo Comte "Todo es relativo, he aquí el único principio absoluto".

¿Y por qué tanta historia? Porque hoy, hablando con una persona a la que cada día aprecio más, me he dado cuenta de que hay quienes no suelen decir no (y recalco SUELEN), pero no porque no saben, sino porque NO QUIEREN. Hay personas que siguen teniendo la generosidad suficiente como para alegrarse del bien ajeno, aunque cada vez quedan menos... Hay personas que se satisfacen viendo la sonrisa en la cara de un ser querido, aunque tengan que sacrificar un poco de ellos mismos. Hay personas que confían en los demás, aunque la experiencia les haya demostrado que en esta película hay buenos y malos. Hay personas... que ponen su grano de arena para construir un mundo mejor.

No se trata de no saber decir no, sino de ser asertivo con el prójimo sin traicionar los propios principios. De dormir a pierna suelta sabiendo que se ha logrado hacer mínimamente feliz a alguien.


Hay experiencias, límites o no, que nos hacen modificar nuestra forma de estar en el mundo, nuestra propia conducta: más desconfiados, más agresivos, más racionales hasta límites exagerados, más preocupados por cuestiones nímias, más... más... pero menos PERSONAS. Nos hacen perder esa mirada de inocencia con la que nacemos, ese brillo en los ojos sin complejos... quizás no hay más que ver al Bichito feliz de la foto para recordar que tenemos corazón, que la felicidad está dentro de nosotros mismos y en ocasiones nos olvidamos de cómo fuimos y cómo hemos llegado a ser.


De nuevo, en el punto medio está la virtud.
Proverbio chino: "Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre".



PD. Gracias a la Cerdita feliz por la foto de Elenita. Y si no te gusta, la quito ¿eh?, que igual dentro de unos años en el Hola vale millones.